Para finalizar, la última parte de este análisis del rol futuro de los estudiantes universitarios.
EL FUTURO DE LAS CARRERAS.
"Lo que sé es que no me puedo quedar con los conocimientos que tengo, en base a lo que estudié y a lo que he vivido profesionalmente. Debo mejorar", dice. Mario quiere ahora estudiar un MBA, eso sí, sin dejar su trabajo.
"Hay que tener en cuenta que las carreras universitarias sólo son el primer paso y que si uno se da cuenta de que lo que estudió no es lo que uno quiere, siempre se puede reciclar con un posgrado", dice Carlos Osorio, de la UAI. "Muchos se cambian a la mitad de la carrera, y con eso pierden tiempo y dinero... a veces es mejor terminar lo que uno está haciendo y luego aprovechar el trabajo y un posgrado para cambiarse y terminar haciendo lo que uno quiere".
Lo que viene son carreras que van a permitir movilidad laboral. Salvo las profesiones médicas y las que tiene que ver con la educación y las leyes, las demás van a tener el potencial de ser el primer paso de la profesión que los egresados y el mundo laboral vayan determinando. Por ese motivo se cree que el tiempo de estudio se va a acortar y los posgrados van a tener importancia vital durante el resto de la vida.
"Si la relación con el conocimiento cambió, también deben cambiar los métodos a través de los cuales aprendemos", explica Carlos Albornoz, de la UDD. "No es claro hacia dónde van las carreras universitarias. Acortar el tiempo mínimo para obtener un título parece ser lo correcto ante lo cambiante del entorno y el riesgo de estar en la ruta equivocada".
"Probablemente la idea de acortar el tiempo de enseñanza en pregrado es lo que viene. Establecer un sistema de college eficiente y que permita entregar una base para que los alumnos decidan de manera más madura lo que quieren hacer para su futuro", opina Jorge Manzi.
"Debieran ser carreras que preparan profesionales de acuerdo a los requerimientos presentes y ojalá futuros del mercado, en el menor tiempo posible", explica Carlos Osorio. "Tenemos que pensar que hay un costo de oportunidad al estar estudiando y preparándose que se contrapesa con el valor agregado futuro por cada año de perfeccionamiento".
Si los padres de Mario Blanch sacaran cálculos, se darían cuenta de que la inversión fue pagada con creces. Blanch rentabilizó el tiempo y el dinero que fue utilizado en su enseñanza.
"Pero no es bueno que uno se quede con lo que la academia te entrega -dice Blanch-. En la vida y en el trabajo uno también debe aprender de las experiencias. Sólo así una profesión se hace más rentable".
10 cosas para rentabilizar la experiencia en la U:
1. Aprende matemáticas, especialmente estadísticas y finanzas. Sin matemáticas te cierras las puertas a la mayoría de las carreras que pagan bien.
2. Aprende inglés. Sobre todo a buscar información en inglés.
3. Viaja fuera de Chile con poca plata. Entender cómo funcionan otros países te permitirá en el futuro conquistar nuevos mercados.
4. Conoce personas de diferente nivel socioeconómico, visita sus casas, entiende su estilo de vida, aspiraciones y carencias.
5. Aprende a escribir, haz que otros te lean y te critiquen. Crea un blog.
6. Establece prioridades y desarrolla la habilidad de decir "NO me interesa participar de ese proyecto".
7. Aprende a organizar un equipo de trabajo. Desarrolla capacidad de construir una visión de futuro y de gestionar ambientes armónicos.
8. Aprender a expresar ideas en forma precisa y amena. Esa es una habilidad muy bien pagada en el mercado.
9. Consigue un mentor. Logra que un profesor te ayude a hacer una buena evaluación de tus talentos y deficiencias.
10. Participa en conversaciones que te obliguen a sustentar tus puntos de vista con cifras, porcentajes y distribuciones.
Economía para todos.
Como profesor de Harvard que enseña el ramo de introducción a la economía, tengo la feliz tarea de darles la bienvenida a cerca de 700 estudiantes de primer año cada otoño. Y este año, mandaré al primero de mis propios hijos a la universidad. Esto me lleva a las siguientes preguntas: ¿Qué deberían estar aprendiendo? ¿Y qué tipo de base es necesaria para entender y estar preparados para la economía moderna?
Este es mi consejo para estudiantes de todas las edades:
-Aprende algo de economía. El gran economista Alfred Marshall llamó a la economía "el estudio de la humanidad dentro del común negocio de la vida". Cuando los estudiantes dejan la universidad, "el común negocio de la vida" será su más grande preocupación. Si la moribunda economía actual se transforma en una década perdida, como algunos economistas creen, será crucial estar preparado para ello.
No hay mejor lugar para esto que un curso de introducción a la economía. Le ayuda a los estudiantes a entender el torbellino de fuerzas que da vueltas a su alrededor. Desarrolla rigurosas habilidades de análisis, que son útiles en una amplia variedad de trabajos. Y hace que los estudiantes sean mejores ciudadanos, listo para evaluar las declaraciones de políticos en competencia.
-Aprende algo de estadísticas. Los currículos de matemáticas escolares pasan demasiado tiempo en temas como geometría euclidiana y trigonometría. Para una persona normal, esos son ejercicios intelectuales útiles, pero tiene poca aplicabilidad en la vida diaria. Sería mejor para los estudiantes aprender más sobre probabilidades y estadísticas.
Algo que el mundo moderno de la computación les ha dado a todos es datos. Muchos y muchos datos. Pero hay un gran salto entre tener la información y aprender de ella. Los estudiantes necesitan comprender el potencial del análisis de números, y también de sus limitaciones. Todos los estudiantes universitarios reciben el consejo de tomar uno o más cursos de estadísticas, al menos hasta que los colegios actualicen lo que les enseñan.
-Aprende de sicología. Los economistas como yo muchas veces imaginan que la gente es racional. Eso significa que, con precisión matemática, se asume que las personas harán su mejor esfuerzo para lograr sus metas.
Para muchos propósitos, este acercamiento es útil. Pero es sólo una manera de mirar el comportamiento humano. Un poco de sicología es un antídoto útil ante un exceso de economía clásica. Revela las fallas de la racionalidad humana, incluyendo la propia.
Esa es una lección a la que no le presté atención cuando estaba en la universidad. Nunca tomé un solo curso de sicología cuando estudiaba. Pero después del nacimiento de la economía conductual, que le inyecta sicología a la economía, remedié ese error. Hace un par de años, como académico de Harvard, fui de oyente a una clase introductoria dictada por Steven Pinker. No sé si eso me convirtió en mejor economista, pero ciertamente me convirtió en uno más humilde, y, sospecho, un mejor ser humano también.
-Ignora los consejos si lo estimas conveniente. Adultos de todos los tipos siempre tienen consejos para los futuros universitarios. Los que dejan su casa y empiezan su primer año deben escucharlos, considerarlos, reflexionar sobre ellos, pero finalmente deben seguir sus propios instintos y pasiones.
La única certeza sobre el futuro, es que no hay certezas. No sé qué industrias emergentes atraerán a los graduados en cuatro años más, pero nadie más lo sabe tampoco. La próxima generación va a modelar su propia economía, tal como Bill Gates y Mark Zuckerber modelaron la nuestra. Quienes hoy están haciendo sus maletas, comprando sus libros y conociendo a sus nuevos compañeros tienen al futuro en sus manos. Todos los años, cuando miro a mis ansiosos 700 nuevos estudiantes en su primer día de clases, la vista me da optimismo acerca del camino que se vislumbra adelante.
10 desafíos para un estudiante:
1. Emprende en algo, lo que sea: empresa, trabaja en Un Techo para Chile u otra ONG. Aprenderás a gestionar tu tiempo, priorizar, relacionarte, negociar, resolver problemas y ver la relevancia práctica y límites de lo que aprendes.
2. Idiomas son más que un punto en el currículo: inglés ya no basta. Aprender idiomas está relacionado además con las posibilidades de interpretar y entender el mundo.
3. Tómate un semestre para viajar, o irte de intercambio. Viajar es una manera de aprender a mirar el mundo con ojos nuevos.
4. No veas tus estudios como tu carrera: la carrera profesional no se estudia, se "diseña" en torno a lo que más te gusta hacer.
5. Un posgrado no es sólo para perfeccionarse, sino además para diferenciarte y reciclarte.
6. De ser necesario, trabajar gratis. Haz tu "servicio militar" con esa persona o empresa que crees que te puede enseñar.
7. Genera un sello distintivo para tu carrera, algo que te diferencie del resto.
8. Aprende a fallar temprano, rápido y barato. Identificar nuevos desafíos no basta, además hay que saber cómo resolverlos.
9. Desarrolla tu sensibilidad, creatividad, percepción y sentidos. Buenas maneras son clases de pintura, fotografía o tocar algún instrumento.
10. No tengas miedo a endeudarte en un posgrado. La inversión se va a pagar... y con creces.
Mario Blanch lleva un año y dos meses como category manager en Multitiendas Paris. Al principio se sentía algo incómodo, porque su puesto era ocupado por ingenieros comerciales, y eso le generaba inseguridades. Pero se dio cuenta de que sus conocimientos de psicólogo y su experiencia de vida lo han ayudado a hacer bien las cosas.
"Lo que sé es que no me puedo quedar con los conocimientos que tengo, en base a lo que estudié y a lo que he vivido profesionalmente. Debo mejorar", dice. Mario quiere ahora estudiar un MBA, eso sí, sin dejar su trabajo.
"Hay que tener en cuenta que las carreras universitarias sólo son el primer paso y que si uno se da cuenta de que lo que estudió no es lo que uno quiere, siempre se puede reciclar con un posgrado", dice Carlos Osorio, de la UAI. "Muchos se cambian a la mitad de la carrera, y con eso pierden tiempo y dinero... a veces es mejor terminar lo que uno está haciendo y luego aprovechar el trabajo y un posgrado para cambiarse y terminar haciendo lo que uno quiere".
Lo que viene son carreras que van a permitir movilidad laboral. Salvo las profesiones médicas y las que tiene que ver con la educación y las leyes, las demás van a tener el potencial de ser el primer paso de la profesión que los egresados y el mundo laboral vayan determinando. Por ese motivo se cree que el tiempo de estudio se va a acortar y los posgrados van a tener importancia vital durante el resto de la vida.
"Si la relación con el conocimiento cambió, también deben cambiar los métodos a través de los cuales aprendemos", explica Carlos Albornoz, de la UDD. "No es claro hacia dónde van las carreras universitarias. Acortar el tiempo mínimo para obtener un título parece ser lo correcto ante lo cambiante del entorno y el riesgo de estar en la ruta equivocada".
"Probablemente la idea de acortar el tiempo de enseñanza en pregrado es lo que viene. Establecer un sistema de college eficiente y que permita entregar una base para que los alumnos decidan de manera más madura lo que quieren hacer para su futuro", opina Jorge Manzi.
"Debieran ser carreras que preparan profesionales de acuerdo a los requerimientos presentes y ojalá futuros del mercado, en el menor tiempo posible", explica Carlos Osorio. "Tenemos que pensar que hay un costo de oportunidad al estar estudiando y preparándose que se contrapesa con el valor agregado futuro por cada año de perfeccionamiento".
Si los padres de Mario Blanch sacaran cálculos, se darían cuenta de que la inversión fue pagada con creces. Blanch rentabilizó el tiempo y el dinero que fue utilizado en su enseñanza.
"Pero no es bueno que uno se quede con lo que la academia te entrega -dice Blanch-. En la vida y en el trabajo uno también debe aprender de las experiencias. Sólo así una profesión se hace más rentable".
10 cosas para rentabilizar la experiencia en la U:
1. Aprende matemáticas, especialmente estadísticas y finanzas. Sin matemáticas te cierras las puertas a la mayoría de las carreras que pagan bien.
2. Aprende inglés. Sobre todo a buscar información en inglés.
3. Viaja fuera de Chile con poca plata. Entender cómo funcionan otros países te permitirá en el futuro conquistar nuevos mercados.
4. Conoce personas de diferente nivel socioeconómico, visita sus casas, entiende su estilo de vida, aspiraciones y carencias.
5. Aprende a escribir, haz que otros te lean y te critiquen. Crea un blog.
6. Establece prioridades y desarrolla la habilidad de decir "NO me interesa participar de ese proyecto".
7. Aprende a organizar un equipo de trabajo. Desarrolla capacidad de construir una visión de futuro y de gestionar ambientes armónicos.
8. Aprender a expresar ideas en forma precisa y amena. Esa es una habilidad muy bien pagada en el mercado.
9. Consigue un mentor. Logra que un profesor te ayude a hacer una buena evaluación de tus talentos y deficiencias.
10. Participa en conversaciones que te obliguen a sustentar tus puntos de vista con cifras, porcentajes y distribuciones.
Economía para todos.
Como profesor de Harvard que enseña el ramo de introducción a la economía, tengo la feliz tarea de darles la bienvenida a cerca de 700 estudiantes de primer año cada otoño. Y este año, mandaré al primero de mis propios hijos a la universidad. Esto me lleva a las siguientes preguntas: ¿Qué deberían estar aprendiendo? ¿Y qué tipo de base es necesaria para entender y estar preparados para la economía moderna?
Este es mi consejo para estudiantes de todas las edades:
-Aprende algo de economía. El gran economista Alfred Marshall llamó a la economía "el estudio de la humanidad dentro del común negocio de la vida". Cuando los estudiantes dejan la universidad, "el común negocio de la vida" será su más grande preocupación. Si la moribunda economía actual se transforma en una década perdida, como algunos economistas creen, será crucial estar preparado para ello.
No hay mejor lugar para esto que un curso de introducción a la economía. Le ayuda a los estudiantes a entender el torbellino de fuerzas que da vueltas a su alrededor. Desarrolla rigurosas habilidades de análisis, que son útiles en una amplia variedad de trabajos. Y hace que los estudiantes sean mejores ciudadanos, listo para evaluar las declaraciones de políticos en competencia.
-Aprende algo de estadísticas. Los currículos de matemáticas escolares pasan demasiado tiempo en temas como geometría euclidiana y trigonometría. Para una persona normal, esos son ejercicios intelectuales útiles, pero tiene poca aplicabilidad en la vida diaria. Sería mejor para los estudiantes aprender más sobre probabilidades y estadísticas.
Algo que el mundo moderno de la computación les ha dado a todos es datos. Muchos y muchos datos. Pero hay un gran salto entre tener la información y aprender de ella. Los estudiantes necesitan comprender el potencial del análisis de números, y también de sus limitaciones. Todos los estudiantes universitarios reciben el consejo de tomar uno o más cursos de estadísticas, al menos hasta que los colegios actualicen lo que les enseñan.
-Aprende de sicología. Los economistas como yo muchas veces imaginan que la gente es racional. Eso significa que, con precisión matemática, se asume que las personas harán su mejor esfuerzo para lograr sus metas.
Para muchos propósitos, este acercamiento es útil. Pero es sólo una manera de mirar el comportamiento humano. Un poco de sicología es un antídoto útil ante un exceso de economía clásica. Revela las fallas de la racionalidad humana, incluyendo la propia.
Esa es una lección a la que no le presté atención cuando estaba en la universidad. Nunca tomé un solo curso de sicología cuando estudiaba. Pero después del nacimiento de la economía conductual, que le inyecta sicología a la economía, remedié ese error. Hace un par de años, como académico de Harvard, fui de oyente a una clase introductoria dictada por Steven Pinker. No sé si eso me convirtió en mejor economista, pero ciertamente me convirtió en uno más humilde, y, sospecho, un mejor ser humano también.
-Ignora los consejos si lo estimas conveniente. Adultos de todos los tipos siempre tienen consejos para los futuros universitarios. Los que dejan su casa y empiezan su primer año deben escucharlos, considerarlos, reflexionar sobre ellos, pero finalmente deben seguir sus propios instintos y pasiones.
La única certeza sobre el futuro, es que no hay certezas. No sé qué industrias emergentes atraerán a los graduados en cuatro años más, pero nadie más lo sabe tampoco. La próxima generación va a modelar su propia economía, tal como Bill Gates y Mark Zuckerber modelaron la nuestra. Quienes hoy están haciendo sus maletas, comprando sus libros y conociendo a sus nuevos compañeros tienen al futuro en sus manos. Todos los años, cuando miro a mis ansiosos 700 nuevos estudiantes en su primer día de clases, la vista me da optimismo acerca del camino que se vislumbra adelante.
10 desafíos para un estudiante:
1. Emprende en algo, lo que sea: empresa, trabaja en Un Techo para Chile u otra ONG. Aprenderás a gestionar tu tiempo, priorizar, relacionarte, negociar, resolver problemas y ver la relevancia práctica y límites de lo que aprendes.
2. Idiomas son más que un punto en el currículo: inglés ya no basta. Aprender idiomas está relacionado además con las posibilidades de interpretar y entender el mundo.
3. Tómate un semestre para viajar, o irte de intercambio. Viajar es una manera de aprender a mirar el mundo con ojos nuevos.
4. No veas tus estudios como tu carrera: la carrera profesional no se estudia, se "diseña" en torno a lo que más te gusta hacer.
5. Un posgrado no es sólo para perfeccionarse, sino además para diferenciarte y reciclarte.
6. De ser necesario, trabajar gratis. Haz tu "servicio militar" con esa persona o empresa que crees que te puede enseñar.
7. Genera un sello distintivo para tu carrera, algo que te diferencie del resto.
8. Aprende a fallar temprano, rápido y barato. Identificar nuevos desafíos no basta, además hay que saber cómo resolverlos.
9. Desarrolla tu sensibilidad, creatividad, percepción y sentidos. Buenas maneras son clases de pintura, fotografía o tocar algún instrumento.
10. No tengas miedo a endeudarte en un posgrado. La inversión se va a pagar... y con creces.